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Así ha sido el tremendo incendio que ha arrasado una nave industrial en el Port de Sagunt Daniel Tortajada
Un enorme incendio se desató ayer en el polígono Sepes de Sagunt y obligó a desalojar varias empresas de la zona ante el temor de que el fuego se extendiera en las parcelas colindandes, una de ellas dedicada al cemento y otra a la destilación de aire para la obtención de nitrógeno y oxígeno.
Seis dotaciones de bomberos procedentes de la Pobla de Farnals, Paterna, Burjassot y Torrent, además de Sagunt, respondieron a la llamada de emergencia sobre las 13.20 horas, después de que los trabajadores de la planta intentaran sin éxito controlar las llamas. El fuego, según las primeras informaciones, se originó en la zona de producción de Smithers Oasis Ibérica, empresa dedicada a los productos florales, como la fabricación de la espuma verde o aerosoles.
Pese a la espectacularidad del fuego, visible desde varios kilómetros y que requirió de las tareas de los bomberos durante todo el día hasta el punto de que se valoraba a última hora dejar una dotación por la noche, no hubo que lamentar daños personales, según confirman desde el consorcio. Eso sí, la nave quedó arrasada y todavía podía haber sido peor, ya que los cerca de 30 trabajadores de la planta volvían ayer mismo de las vacaciones, así que la nave estaba libre de los productos químicos habituales, según ha podido saber Levante-EMV.
Las llamas avanzaron muy rápido desde el primer momento, así que una de las primeras tareas de los servicios de emergencia fue asegurarse que no afectaban a otras empresas colindantes. Y es que de entrada se vio que se trataba de «un incendio complicado por la inflamabilidad de los materiales y también por el riesgo de que se desplomara el techo de la nave».
Ya por la tarde, fuentes del consorcio provincial de bomberos confirmaban que el incendio estaba controlado después de una «evolución muy positiva», aunque no se descartaba, «como suele ocurrir en casos así», que una dotación se quedara durante la noche para refrescar la zona.
Además de los daños para la empresa, muchos de los empleados de Smithers Oasis tenían pertenencias personales en sus taquillas, como carteras, llaves y teléfonos móviles, así que las consecuencias materiales del fuego serán difíciles de cuantificar. Testigos del incendio durante las primeras horas reconocían que «el ambiente entre los empleados era como un velatorio, porque no saben cuando podrán volver a trabajar».
A finales de septiembre ya se produjo otro aparatoso incendio en una nave de este mismo polígono, que también arrasó a la empresa más afectada, aunque, en aquel caso, también se propagó por las parcelas colindantes.
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